¿Qué es un inyector de automóvil?
Con la eliminación del carburador, se inició la era del inyector. Así es, tanto los vehículos a gasolina como los diésel dependen del inyector para que la gasolina entre en la mezcla durante el proceso de combustión.
El sistema de inyección en un vehículo consta de una parte electrónica y de los propios inyectores. En la parte electrónica, la computadora del automóvil (ECU) determina la cantidad de combustible que se introducirá en la mezcla y cuándo se hará.
Los inyectores, por su parte, son válvulas que funcionan siguiendo las indicaciones de la ECU. En resumen, a través de la regulación electrónica, los inyectores permiten el paso de más o menos combustible en momentos determinados del funcionamiento del motor.
Debido a su papel clave en el funcionamiento del motor, es importante mantenerlos en buen estado, saber diagnosticar sus fallas y comprender por qué los inyectores experimentan problemas.
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¿Cómo realizar su limpieza?
Después de numerosos ciclos de funcionamiento, los inyectores experimentan cambios en el flujo de combustible, la temperatura, la presión y otras variables. Estas condiciones pueden afectar los inyectores, especialmente porque el combustible genera depósitos en su interior, lo que podría obstruirlos.
Cada fabricante tiene períodos específicos para el mantenimiento y la limpieza de los inyectores, pero en general se recomienda hacerlo aproximadamente cada 30.000 kilómetros, es decir, cada año y medio a dos años en un vehículo de uso diario.
En este sentido, es aconsejable realizar un escaneo al vehículo, ya que en esos casos se puede verificar si los inyectores están suministrando la cantidad correcta de combustible.
1.- Aditivos
En más de una ocasión, habrá visto los aditivos limpiadores de inyectores que vienen en una botella con un contenido cercano a medio litro. Estos aditivos se agregan al tanque de combustible y se espera que, al mezclarse, limpien los inyectores, eliminando cualquier obstrucción en los conductos involucrados.
Una de las desventajas es que, dependiendo de la marca, algunos aditivos pueden eliminar todo a su paso, lo que podría obstruir los filtros o los propios inyectores. Por lo tanto, es preferible usar regularmente el limpiador de inyectores en lugar de hacerlo cada tres años.
Aunque no es necesario desmontar nada para utilizar el aditivo, no se puede garantizar que todo esté perfectamente limpio, a menos que se realicen las pruebas necesarias.
2.- Líquido a presión para la limpieza de inyectores
Esta técnica consiste en limpiar únicamente el inyector montado utilizando líquidos a presión. En este caso, la limpieza no abarca todas las líneas de combustible, sino que se centra únicamente en el inyector. El mayor riesgo es dañar los inyectores debido a una presión excesiva.
Al igual que con los aditivos, ambas técnicas son un poco invasivas, ya que podrían dañar componentes del escape, como los convertidores catalíticos, o algún sensor de oxígeno.
Si se decide utilizar cualquiera de estas dos técnicas de limpieza, es recomendable hacerlo de forma periódica, evitando que se acumulen sedimentos en exceso con el paso del tiempo.
3.- Limpieza en taller especializado
En estos escenarios, es necesario desmontar los inyectores y llevarlos a un laboratorio especializado para someterlos a pruebas y ajustar diversas variables, como la resistencia de la bobina, posibles fugas de líquido, aire o presión, así como la cantidad de inyección y su calibración. Lo ideal es que las diferencias entre cada inyector no excedan el 10%. Cuanto más similares sean entre sí, mejor.
Además, se recomienda obtener un Informe Autofact que proporcione el historial más completo y actualizado del vehículo.
¿Cómo detectar un mal funcionamiento de los inyectores?
Siempre debes prestar atención a tu automóvil. Observa su rendimiento, si se esfuerza en situaciones en las que antes no lo hacía, o si notas emisiones de humo inusuales en el escape.
