¿Cuál es la normativa aplicable al parabrisas agrietado?
Conducir con daños en el parabrisas no solo implica un riesgo para los ocupantes del vehículo en caso de que sufra un nuevo golpe y se rompa por completo, sino que también contraviene las regulaciones vigentes, lo que constituye una infracción de tránsito y puede resultar en el rechazo durante la inspección técnica del vehículo.
La Ley 18.290 de Tránsito establece en su artículo 75 que los vehículos deben tener «vidrios de seguridad que permitan una visibilidad perfecta desde y hacia el interior del vehículo».
Por lo tanto, circular con una grieta en el parabrisas, una astilla u cualquier otro elemento que dificulte la visión en el automóvil, implica una violación que se sanciona con una multa.
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¿Cuál es la sanción por circular con un parabrisas dañado?
Según el artículo 201 de la Ley de Tránsito, no cumplir con el artículo 75 de esta normativa, es decir, conducir con algún daño en el parabrisas que afecte la visión y/o comprometa las propiedades de fábrica del cristal de seguridad, es objeto de una infracción de tránsito menos grave. La multa puede variar de 0,5 a 1 UTM, es decir, de $30.885 a $61.769, dependiendo del valor de la UTM en enero de 2023.
Además, si el daño en el parabrisas es significativo y pone en peligro la seguridad de los ocupantes, la Ley de Tránsito autoriza a Carabineros a retirar el vehículo de la circulación, en virtud del artículo 92 de esta normativa, que establece:
«Los vehículos que hayan perdido sus condiciones de seguridad serán retirados de la circulación y puestos a disposición del Tribunal competente en los locales que, para tal efecto, debe habilitar y mantener la Municipalidad».
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