Diferencia entre Autismo y Asperger: Diagnóstico, Lenguaje y Relaciones Interpersonales

diferencia entre autismo y asperger

Diferencia entre autismo y asperger

El trastorno del espectro autista (TEA) y el síndrome de Asperger son a menudo confundidos entre sí, pero en realidad no son iguales. En este post, quiero darte las claves para que puedas detectar la diferencia entre autismo y Asperger como un profesional. ¿Estás preparado? ¡Comencemos!

¿Qué es el síndrome de Asperger?

Las personas que tienen el síndrome de Asperger no presentan diferencias físicas o mentales en comparación con otras personas. Sin embargo, en muchos casos tienen una capacidad mental por encima de la media. La clave para detectar este trastorno radica en la dimensión social de estas personas, es decir, se evidencia en la manera en que interactúan y se relacionan con los demás.

Algunas de las características distintivas del síndrome de Asperger incluyen:

  • Los niños con Asperger tienen una relación y una conversación más fluida con personas adultas que con otros niños de su misma edad.
  • Prefieren evitar el contacto con otras personas.
  • Prefieren jugar en solitario.
  • No tienen interés en practicar deportes colectivos o en actividades que requieran contacto con otras personas.
  • Tienen dificultades para lidiar con la frustración.
  • Tienen dificultades para empatizar con los demás.
  • Suelen ser sinceros.
  • Interpretan las palabras de manera literal.
  • Tienen dificultades para seguir conversaciones largas.
  • Tienen una memoria extraordinaria para recordar grandes cantidades de datos.
  • Tienen un sentido del humor poco convencional.
  • Presentan dificultades con la escritura y/o el vestuario.

¿Qué es el autismo?

El autismo es un trastorno neurológico que se presenta a lo largo de toda la vida en algunas personas. Se caracteriza por dificultades en el establecimiento de relaciones personales y el desarrollo de comportamientos repetitivos, monótonos o limitados.

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Algunas manifestaciones comunes del autismo son:

  • Dificultades en la comunicación verbal y no verbal.
  • Problemas para entender y utilizar el lenguaje de manera social.
  • Intereses restringidos y comportamientos repetitivos.
  • Sensibilidades sensoriales, como hipersensibilidad o hiposensibilidad a estímulos sensoriales.
  • Problemas con la flexibilidad cognitiva y la adaptación a cambios en la rutina.
  • Dificultades en la capacidad de juego imaginativo.
  • Necesidad de rutinas y estructura en su entorno.

Espero que estas diferencias te ayuden a comprender mejor tanto el síndrome de Asperger como el autismo. Recuerda que cada persona es única y puede presentar diferentes características dentro del espectro autista. La detección temprana y la intervención adecuada son clave para el desarrollo y el bienestar de las personas con trastornos del espectro autista.

Diferencia entre el autismo y el síndrome de Asperger

El autismo y el síndrome de Asperger son dos trastornos del espectro autista (TEA) que se caracterizan por dificultades en la comunicación y la interacción social. Aunque comparten algunas características, también existen diferencias significativas entre ellos. A continuación, te mencionaré algunas de las diferencias más importantes.

1. Lenguaje

Una de las principales diferencias entre el autismo y el síndrome de Asperger está en el lenguaje. Las personas con TEA suelen tener dificultades para comunicarse y entablar una conversación con los demás. En cambio, las personas con Asperger pueden tener un vocabulario muy enriquecido y mantener una conversación, aunque también pueden presentar dificultades en la interacción social.

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Es importante destacar que, en ambos casos, las dificultades en la comunicación pueden variar dependiendo del tema de conversación, siendo más fluida cuando hablan de temas que les interesan o dominan.

2. Movimiento

Otra diferencia se encuentra en el aspecto físico y los movimientos. Las personas con Asperger suelen tener movimientos poco ágiles, mientras que las personas con TEA pueden realizar movimientos repetitivos o estereotipados.

3. Diagnóstico

En cuanto al diagnóstico, se ha observado que la detección del autismo se realiza generalmente en los primeros tres años de vida, cuando hay evidencias claras del trastorno. Por otro lado, el diagnóstico del síndrome de Asperger tiende a ser más tardío, a menudo después de los tres años de edad.

4. Intereses

Las personas con síndrome de Asperger suelen mostrar un interés marcado e intenso por temas específicos, llegando a especializarse en ellos. En cambio, las personas con TEA no presentan un interés tan marcado por una temática en particular.

Además, es importante destacar que tanto las personas con Asperger como las personas con autismo pueden experimentar colapsos emocionales por situaciones cotidianas que no se ajustan a sus expectativas o rutinas establecidas.

En conclusión, aunque el autismo y el síndrome de Asperger comparten algunas características, también presentan diferencias notables en el lenguaje, los movimientos, el momento del diagnóstico y los intereses. Cada persona es única y requiere un abordaje individualizado para su desarrollo y bienestar.

Dificultad de relacionarse con otras personas

Aunque en ambos casos las personas que padecen uno u otro trastorno tienen dificultades para entablar relaciones personales, en el caso del trastorno de Asperger pueden tener un poco más de interés, que en ocasiones, puede verse frustrado por sus dificultades a la hora de comunicarse.

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Causas del autismo y Asperger

Las causas por las que surgen los trastornos del autismo y Asperger son de muy diverso tipo. No obstante, se debe a causas de tipo genético, pero nunca sociológico. Algunas de estas causas son los factores intrauterinos o la anoxia (falta de oxígeno) que pueden dar lugar a un daño en la corteza cerebral, el hipocampo o la amígdala que son los encargados de controlar áreas relacionadas con las emociones o el aprendizaje.

En la actualidad, existe un sector amplio de la población que padece autismo o Asperger que requiere de profesionales experimentados para ayudar a mejorar su calidad de vida. En este sentido, existe un compromiso por parte de las instituciones de hacer frente a sus dificultades con la participación de profesionales altamente cualificados y formados adecuadamente para atender a todas estas necesidades especiales. Por ello, son muchos los profesionales de diferentes áreas que están poniendo su foco de interés en adquirir los conocimientos necesarios que les afiancen en el sector y les permitan contribuir con la labor de crear sociedades cada vez más integradoras e inclusivas.

Somos conscientes desde nuestro centro formativo de esta necesidad formativa y por eso, ponemos a disposición de todos los profesionales, la formación que mejor se adapta a tus necesidades, y que te permitirá afrontar los retos profesionales más ambiciosos con una formación de garantías en nuestros cursos de autismo.

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