¿Qué es el arrendamiento financiero?
Existe una amplia variedad de opciones de financiamiento para la adquisición de un automóvil. El arrendamiento financiero, también conocido como leasing, es una de las alternativas más populares tanto para empresas como para particulares.
El arrendamiento financiero se basa en un contrato de alquiler en el cual el bien, en este caso un automóvil, se paga en cuotas durante un período de tiempo acordado previamente. Una vez que el arrendatario ha pagado todas las cuotas, el valor total del bien queda amortizado. Por lo general, este tipo de contrato tiene una duración de dos a cuatro años (48 meses).
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¿Qué sucede al finalizar el contrato?
Al finalizar el contrato, el arrendatario tiene varias opciones. Puede convertirse en propietario del vehículo pagando la última cuota del contrato, que corresponde al valor de compra acordado. También existe la posibilidad de devolver el automóvil al finalizar el contrato sin ninguna deuda restante. Por último, se puede optar por renovar el contrato para un nuevo período.
Aunque el funcionamiento del arrendamiento financiero es bastante sencillo, es importante tener en cuenta algunas características específicas de este tipo de financiamiento que lo distinguen de otros tipos de crédito automotriz.
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¿Cuáles son las ventajas de este tipo de financiamiento?
La mayoría de los beneficios están relacionados con empresas o trabajadores autónomos. En primer lugar, la institución financiera o el banco realiza la adquisición del bien a su nombre, por lo que no se registra como propiedad de la empresa o de la persona natural, y el crédito no queda registrado en el sistema, ya que se trata de un contrato de arrendamiento.
Las transacciones de leasing no están sujetas al impuesto de timbre y estampillas, a diferencia de otros tipos de financiamiento automotriz.
Además, a diferencia de otros tipos de crédito, si se deja de pagar las cuotas, el vehículo deja de ser arrendado y vuelve a la institución de leasing o al banco.
Otra ventaja de este tipo de financiamiento es que, dependiendo de la entidad financiera, es posible financiar la totalidad del bien sin necesidad de realizar un pago inicial, aunque lo más común es que se requiera un pago inicial del 20%, que suele ser el mínimo exigido por la mayoría de las empresas financieras.
También es posible seleccionar cuotas fijas o flexibles, y el vehículo está asegurado durante todo el período de leasing por la entidad financiera (esto no significa que el usuario del vehículo no deba adquirir el SOAP, que es un documento obligatorio).
Por último, las tasas de interés son muy competitivas en comparación con otros métodos de financiamiento, y además, se consideran como gastos, lo que significa que las empresas y los autónomos pueden declarar estos pagos como gastos de la empresa y, por lo tanto, reducir la base imponible de la misma.
¿Cuáles son las desventajas del leasing?
A pesar de que las cuotas tienen un bajo interés, estas incluyen los costos asociados al contrato y los gastos de inscripción del vehículo, seguros y Permiso de Circulación, que se dividen en partes iguales y se pagan mensualmente. Por lo tanto, no solo es importante considerar el valor de la tasa de interés, sino también el costo total de la cuota mensual, que será más alto.
Mientras dure el período de leasing, el automóvil no será de tu propiedad y, por lo tanto, no podrás transferirlo ni utilizarlo como si fueras el dueño. El vehículo tendrá restricciones de dominio y su uso estará limitado a lo estipulado en el contrato de arrendamiento del leasing.
Si eres una persona natural, es posible que no puedas aprovechar la mayoría de las ventajas del leasing, por lo tanto, es más conveniente considerar otros tipos de crédito antes de decidirte por este. Debes evaluar el costo de las tasas, el CTC (costo total del crédito), el tiempo que tardarás en pagar el vehículo y el tiempo que planeas mantenerlo.
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Antes de adquirir un vehículo usado, es recomendable revisar su Informe de Autofact para garantizar una compra segura.
¿Tienes dudas sobre el leasing operativo y el leasing financiero para empresas?
Es posible que haya escuchado hablar de dos tipos de arrendamiento: el leasing operativo y el leasing financiero. Mientras que el primero se asemeja a un alquiler convencional del bien, en este caso un automóvil, el segundo consiste en arrendar el bien con el objetivo de adquirirlo al final del contrato, a través del pago de la última cuota.
Otra diferencia entre el leasing operativo y el leasing financiero radica en que, en el primero, las distribuidoras e importadoras de vehículos son las responsables de comprar el automóvil, mientras que en el segundo, la entidad financiera es el arrendador.
Además, en el leasing operativo, el arrendador se hace cargo de las obligaciones y responsabilidades de la propiedad, incluyendo trámites, mantenimiento y reparaciones. En cambio, en el leasing financiero, es el arrendatario quien debe asumir esas responsabilidades.
En resumen, ambas opciones ofrecen ventajas y desventajas que es necesario evaluar antes de tomar la decisión de financiar la compra de un vehículo.
Por lo tanto, es importante prestar atención a las condiciones que ofrecen cada una de estas formas de financiamiento y elegir en base a las necesidades y posibilidades de pago.
¡Importante! Si estás considerando la adquisición de un automóvil que ha sido parte de un leasing operativo, te recomendamos leer este artículo para conocer los inconvenientes asociados a este tipo de vehículos.