Los depósitos a plazo son productos bancarios de naturaleza sencilla. No se requieren amplios conocimientos financieros para comprender su funcionamiento. A continuación, explicaremos de manera concisa cómo operan los depósitos a plazo y cómo podemos invertir nuestro dinero en ellos.
¿Cuál es el funcionamiento de los depósitos a plazo?
Los depósitos a plazo funcionan de la siguiente manera: invertimos una determinada cantidad de dinero y esta genera beneficios durante el período según la tasa de interés ofrecida.
Por ejemplo, si invertimos $100.000 en un depósito a plazo fijo de 30 días con una tasa de interés de 0,1820%, obtendremos un rendimiento de la siguiente manera: 100.000 x 0,1820% = 100.000 x 0,00182 = $100.182 pesos de beneficio.
El primer paso para abrir un depósito a plazo es acudir a un banco que los ofrezca o consultar en varios bancos sobre las tasas de interés y condiciones para un mismo período de tiempo. También podemos revisar sus condiciones y tasas en sus páginas web. Luego, debemos seleccionar el banco que nos ofrezca el mayor interés para el mismo período de tiempo.
Es importante, sin embargo, decidir durante cuánto tiempo no necesitaremos ese dinero, para poder contratar el depósito acorde a esta duración. Si retiramos el dinero antes, obtendremos un rendimiento menor, ya que podrían deducirse todos los beneficios obtenidos durante el período o incluso cobrarnos comisiones extras, lo que no sería beneficioso para nuestra inversión.
¿Cuáles son las ventajas de invertir en depósitos a plazo?
Normalmente elegimos invertir nuestro dinero en depósitos a plazo debido a que es una inversión en la que nos sentimos seguros. Nuestro dinero está garantizado en un 90% por la Ley General de Bancos. Además, como mencionamos anteriormente, los depósitos a plazo son productos de fácil comprensión.
