Inventada por Herman Hollerith en 1980, la máquina tabuladora es reconocida como uno de los primeros dispositivos de la informática. Originalmente diseñada para procesar datos en el censo de los Estados Unidos en 1890, posteriormente se utilizó en el campo de la contabilidad y otras áreas profesionales, ampliando su ámbito de aplicación. En esta sección, nos centraremos en discutir sobre la fascinante historia de la máquina tabuladora.
¿Qué es exactamente la máquina tabuladora?
La máquina tabuladora fue creada en 1890 con el propósito de facilitar el censo de la población. Su objetivo principal era acelerar el análisis de los datos, mecanizando el proceso y haciéndolo más eficiente. En aquel entonces, la máquina tabuladora se consideraba la alternativa más viable para procesar datos en comparación con el método manual.
En ese momento, se creía que realizar el censo de forma manual llevaría aproximadamente 10 años. Sin embargo, gracias al uso de la máquina tabuladora, el proceso se completó en tan solo 6 meses. Este dispositivo revolucionó el procesamiento de datos en su época.
La máquina tabuladora operaba de la siguiente manera: cuando finalizaba el proceso de una tarjeta, se activaba una alarma indicando que era necesario colocar otra tarjeta en el tabulador en función del tipo de información proporcionada. Este método permitía a los trabajadores insertar las tarjetas completas de manera adecuada.
La función principal de la máquina tabuladora era procesar información de manera mecánica utilizando un sistema binario. En la actualidad, vemos el mismo principio aplicado en la informática, pero de forma computarizada.
¿Cuál es su utilidad y cómo funciona?
Es importante destacar que en esa época, la máquina tabuladora utilizaba mercurio en su funcionamiento. Las tarjetas perforadas se colocaban encima del depósito de mercurio y se utilizaban unos cables en forma de muelle para identificar las perforaciones en las tarjetas. En caso de no haber perforaciones, los cables no registraban ninguna información.
Este sistema permitía almacenar información en las tarjetas y agilizar el proceso de tabulación, superando el trabajo manual. La máquina operaba con un sistema de lectura binaria y se utilizaba principalmente en censos, pero luego se perfeccionó para su uso en contabilidad, llegando a leer más de 250 tarjetas por minuto.
Más adelante, se incorporó la función de suma a la máquina tabuladora, lo que la convirtió en una herramienta muy útil para los negocios. Sin embargo, con la llegada de los elementos electrónicos, la máquina tabuladora fue reemplazada por la informática en la década de 1940.
Componentes de la máquina tabuladora
La máquina tabuladora contaba con varios componentes, como el reproductor que duplicaba los resultados de las tarjetas, el contador que realizaba los cálculos aritméticos, el clasificador que ordenaba las tarjetas en una secuencia específica y el tabulador, que almacenaba la información final.
Otro componente importante era el intercalador, encargado de acomodar las tarjetas perforadas en una secuencia determinada. Sin duda, este proceso era mucho más complejo que la creación de documentos o hojas de cálculo en programas actuales como Google Docs, así como imprimir desde un celular Android.
El lector de tarjetas era el encargado de recibir las tarjetas con los datos que debían ser ingresados en la tabla, mientras que en la actualidad, las máquinas tabuladoras son procesos electrónicos informáticos, donde los códigos binarios ya se encuentran integrados en los programas de los ordenadores, evitando la necesidad de crearlos manualmente.
